Un equipo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Mar del Plata diseñó un modelo de autoclave para aplicar a la elaboración de productos envasados en plantas de producción de pequeña escala.
Una autoclave es un recipiente hermético en el que se realiza la esterilización comercial de un alimento elaborado como conserva.
En la elaboración de conservas de alimentos poco ácidos, para lograr la esterilidad comercial en tiempos de proceso razonables, se requiere alcanzar temperaturas mayores a los 100º C.
Las autoclaves utilizadas por la industria conservera de alimentos, generalmente utilizan vapor como medio calefactor, el cual es generado externamente en una caldera. Esto implica entre otras cosas disponer, además de la caldera, de un equipo para el tratamiento de agua, de líneas de vapor y de personal matriculado para operar equipos a presión, requerimientos que son difíciles de alcanzar en pequeños microemprendimientos productivos.
Trabajaron en este desarrollo Carlos Soulé -director del equipo-, Julio Bengochea y Fernando Bollini, entre otros.
El equipo desarrollado en INTI-Mar del Plata tiene generación interna de energía mediante un quemador, sin la necesidad de una caldera, que permite esterilizar envases de hojalata, de vidrio y plásticos. El enfriamiento de los envases se realiza con agua clorinada y sobrepresión de aire, y cuenta con un visor de nivel y con los accesorios para la instalación del instrumental básico para el control manual o automático del proceso.
El cuerpo del equipo puede construirse en talleres metalúrgicos bajo las especificaciones y supervisión de los profesionales del INTI-Mar del Plata y según los requerimientos de capacidad de producción y las características de los productos a elaborar por el emprendimiento. También pueden diseñarse las instalaciones para adaptar los cuerpos de equipos de laboratorio existentes en el mercado, cuyas prestaciones son distintas a las requeridas para la producción de conservas alimenticias.
El INTI también ofrece la puesta en marcha del equipo in situ, la calibración del instrumental (manómetro, termómetro, válvula de seguridad y registrador de temperatura) y la capacitación para su operación. Asimismo ofrece la determinación de las condiciones de proceso (temperaturas y tiempos) para lograr la esterilidad comercial en función del tipo de envases (capacidad y formato) y de las propiedades térmicas del producto.
Este modelo de autoclave ya está funcionando en más de diez establecimientos en distintos lugares del País.
Una autoclave es un recipiente hermético en el que se realiza la esterilización comercial de un alimento elaborado como conserva.
En la elaboración de conservas de alimentos poco ácidos, para lograr la esterilidad comercial en tiempos de proceso razonables, se requiere alcanzar temperaturas mayores a los 100º C.
Las autoclaves utilizadas por la industria conservera de alimentos, generalmente utilizan vapor como medio calefactor, el cual es generado externamente en una caldera. Esto implica entre otras cosas disponer, además de la caldera, de un equipo para el tratamiento de agua, de líneas de vapor y de personal matriculado para operar equipos a presión, requerimientos que son difíciles de alcanzar en pequeños microemprendimientos productivos.
Trabajaron en este desarrollo Carlos Soulé -director del equipo-, Julio Bengochea y Fernando Bollini, entre otros.
El equipo desarrollado en INTI-Mar del Plata tiene generación interna de energía mediante un quemador, sin la necesidad de una caldera, que permite esterilizar envases de hojalata, de vidrio y plásticos. El enfriamiento de los envases se realiza con agua clorinada y sobrepresión de aire, y cuenta con un visor de nivel y con los accesorios para la instalación del instrumental básico para el control manual o automático del proceso.
El cuerpo del equipo puede construirse en talleres metalúrgicos bajo las especificaciones y supervisión de los profesionales del INTI-Mar del Plata y según los requerimientos de capacidad de producción y las características de los productos a elaborar por el emprendimiento. También pueden diseñarse las instalaciones para adaptar los cuerpos de equipos de laboratorio existentes en el mercado, cuyas prestaciones son distintas a las requeridas para la producción de conservas alimenticias.
El INTI también ofrece la puesta en marcha del equipo in situ, la calibración del instrumental (manómetro, termómetro, válvula de seguridad y registrador de temperatura) y la capacitación para su operación. Asimismo ofrece la determinación de las condiciones de proceso (temperaturas y tiempos) para lograr la esterilidad comercial en función del tipo de envases (capacidad y formato) y de las propiedades térmicas del producto.
Este modelo de autoclave ya está funcionando en más de diez establecimientos en distintos lugares del País.
Fuente: La Capital
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