La máxima fue de 32,3 grados, a las 15.30, y las playas estuvieron colmadas de gente.
La mañana se presentó ayer con un sol a pleno, sin nubes y una temperatura que alcanzaba los 25 grados, por lo que los turistas -muchos de ellos recién llegados- y marplatenses desde muy temprano comenzaron a invadir las playas.
El calor recibió a los visitantes tanto el sábado -aunque sin sol- como ayer, cuando se registró una máxima térmica de 32,3 grados a las 15.30.
Desde ayer a la mañana, se podía observar a las confiterías que están emplazadas frente a la costa marplatense repletas de gente desayunando, disfrutando del paisaje en familia o leyendo. El público se fue renovando, pero el panorama continuaba lleno en las mesas en el horario del almuerzo.
En tanto, numerosos vehículos comenzaban el lento peregrinaje hacia las playas del sur, de Punta Mogotes, y se iniciaban los ya comunes congestionamientos en el transito.
Además del gran movimiento de la zona costera, también se notó gran cantidad de gente en campings y piletas privados. Estos suelen ser escenarios muy apreciados sobre todo por familias y grupos que quieren aprovechar el sol y tener un lugar a mano en el que darse un chapuzón, sin dejar de disfrutar del tradicional asado dominguero.
La mañana se presentó ayer con un sol a pleno, sin nubes y una temperatura que alcanzaba los 25 grados, por lo que los turistas -muchos de ellos recién llegados- y marplatenses desde muy temprano comenzaron a invadir las playas.
El calor recibió a los visitantes tanto el sábado -aunque sin sol- como ayer, cuando se registró una máxima térmica de 32,3 grados a las 15.30.
Desde ayer a la mañana, se podía observar a las confiterías que están emplazadas frente a la costa marplatense repletas de gente desayunando, disfrutando del paisaje en familia o leyendo. El público se fue renovando, pero el panorama continuaba lleno en las mesas en el horario del almuerzo.
En tanto, numerosos vehículos comenzaban el lento peregrinaje hacia las playas del sur, de Punta Mogotes, y se iniciaban los ya comunes congestionamientos en el transito.
Además del gran movimiento de la zona costera, también se notó gran cantidad de gente en campings y piletas privados. Estos suelen ser escenarios muy apreciados sobre todo por familias y grupos que quieren aprovechar el sol y tener un lugar a mano en el que darse un chapuzón, sin dejar de disfrutar del tradicional asado dominguero.
Fuente: La Capital
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